domingo, 18 de septiembre de 2011

Como cambiar nuestros pensamientos para cambiar nuestra vida.

Nuestros pensamientos nos pueden enfermar.
Una manera sencilla de ver qué relación existe entre nuestro cuerpo y nuestros pensamientos es observar lo que sucede con el estrés: tenemos dos sistemas de protección en nuestro cuerpo: el sistema de protección externo, que nos defiende de lo que sucede en nuestro entorno, y el sistema interno, que revisa lo que está pasando en el interior de nuestro organismo.
Si veo a un tigre y si veo a un antiguo jefe voy a responder de la misma manera, voy a tener la reacción de luchar o arrancar, pero cuando no puedo pelear, porque no está aceptado socialmente, y no puedo correr, porque… ¿hacia dónde arranco? Entonces los químicos que produce el organismo comienzan a operar en nuestro cuerpo pero no hacemos nada con ellos.
Todos los organismos de la naturaleza están diseñados para el estrés agudo.Los seres humanos somos tan inteligentes que podemos hacer que el pensamiento sea más real que cualquier otra cosa, y, debido a que somos tan inteligentes, tenemos un banco de memoria tan enorme que podemos anticiparnos a un evento que vaya a ocurrir, podemos preparar la mente para futuras circunstancias y con ello encender la respuesta de estrés solamente con el pensamiento.
Ahora, cuando encendemos la respuesta al estrés y no podemos apagarlo, vamos encaminados a la enfermedad, porque el cuerpo no va a lograr soportar un desequilibrio tanto tiempo. Entonces sucede lo que llamamos ansiedad o desórdenes obsesivos compulsivos, insomnio, depresión… Todas las enfermedades de adultos están creadas por los químicos del estrés, y la redundancia de esos químicos activa los genes que hacen que nos encaminemos a nuestro destino genético.
Si estamos movilizando toda nuestra energía para el sistema de protección externo, no hay energía para el sistema de protección interno, no hay energía para los proyectos de creación a largo plazo, no hay energía para las reparaciones, el crecimiento y la regeneración. Entonces, si dos células cancerígenas se juntan, toda la energía se está movilizando para el sistema de protección externo, por lo que no hay seguridad interna: se juntan estas dos células de cáncer y crecen, porque nadie las revisa, porque nuestras tropas están siendo enviadas para otro lado. Es como si supiéramos que viene un huracán a Santiago, ¿quién pensaría en remodelar su cocina? Eso es exactamente lo que pasa en el cuerpo. No hay energía para la reparación, no hay energía para proyectos de construcción a largo plazo, y el sistema de protección interno, el sistema inmunológico, comienza a sufrir.
Entonces, ¿los pensamientos pueden también sanarnos?
Si nuestros pensamientos pueden enfermar ¿no pueden acaso mejorarnos también? ¿Podemos encender nuevos genes y apagar los antiguos?
Cuando vivimos un estado emocional siempre va a haber una brecha entre la forma en que se ven las cosas y la forma en que realmente son. Esos químicos de supervivencia son los que nos llevan a estados emocionales negativos.
Pero podemos cambiar la forma en que funcionan nuestros cerebros, al interrumpir los programas normales de cómo sentimos y pensamos. Al principio es muy difícil, porque no sabemos cuán adictos estamos a nuestros estados emocionales, y nos volvemos adictos a estos estados emocionales porque las emociones encienden el cuerpo para que podamos sentirnos vivos y nos volvemos adictos a ese sentimiento. Así que la persona a quien le da rabia, mantiene esa emoción en su vida para poder sentir esa rabia, para poder sentirse viva.
Al hacer que nuestros cerebros funcionen de manera diferente, estamos creando una mente nueva, y así comenzamos a cambiar nuestro estado mental.
¿Qué es lo que ustedes practican mentalmente todos los días? ¿Qué es lo que usted demuestra físicamente todos los días? Porque lo que practicamos mentalmente, lo que pensamos mentalmente todo el día, y lo que actuamos o demostramos físicamente todos los días representa quiénes somos del punto de vista neurológico.
Ahora es el momento
La física cuántica dice que el ambiente es una extensión de nuestra mente, entonces si realmente cambiamos nuestra mente, ¿no debería aparecer algo totalmente distinto en nuestro mundo? Deberíamos convertirnos en científicos y decir ya muy bien, conciencia mayor y campo objetivo, campo cuántico, ¡ahora quiero una señal, quiero que me indiques que he hecho contacto contigo y quiero que me lo muestres de manera que me sorprenda, que me emocione, que me inspire, que no lo pueda predecir, porque si pudiéramos predecirlo, no es nuevo.
La mayoría de nosotros tomamos decisiones así: “mañana empiezo”. Tenemos la intención, pero el cuerpo no recibe la señal. Cuando nos decidimos y decimos “basta, suficiente”, ésa es la primera vez que el cuerpo recibe una señal. Cuando lo hacemos, cuando verdaderamente cambiamos la mente, no es sólo de la mente, es el ser.
Entonces tiene que venir o llegar de una manera que sea mayor o superior a nuestro entendimiento, que produzca un nuevo sentimiento de entusiasmo, que no deje duda alguna de que ha venido de ti, para que sea cada vez más fácilaceptar que tú eres el creador de tu propio destino.
¿Y cómo se hace?
Tenemos dos sistemas de memoria: el declarativo y el no declarativo, el subconsciente.
Las memorias declarativas son memorias explícitas: conocimiento y experiencia, hechos y eventos, filosofía y experiencia, y cuando aprendemos algo nuevo, todo lo que se ha aprendido queda aquí, programado en el neocortex, en el cerebro, y empezamos a pensar en esto y a analizarlo y a reflexionar sobre ello y a meditar sobre ello, al hacerlo vamos a organizar los circuitos en el cerebro.
Pero cuando finalmente aprendemos la información, y la aplicamos, la personalizamos, la demostramos, modificamos nuestra conducta, ahí si vamos a tener una nueva experiencia y esa nueva experiencia va a crear una nueva emoción, y ahora tenemos dos cerebros funcionando juntos, el cerebro pensante y el que siente. Tenemos mente y cuerpo comenzando a unificarse.
El conocimiento es el precursor de la experiencia. Cuando hacemos lo nuevo una y otra vez, activamos este sistema de memoria no declarativo, subconsciente. Este es el sistema de memoria implícito en el cual el cuerpo lo ha hecho tantas veces que ahora sabe más que el cerebro, ahora se ha convertido en el cerebro. Aquí es cuando mente y cuerpo están trabajando juntos. Aquí están nuestras habilidades, nuestras conductas, nuestras reacciones emocionales, nuestros condicionamientos. Es nuestra memoria asociativa y una vez que estamos ahí, en este estado del ser, significa que mente, cuerpo y alma están trabajando juntos.
Una persona intelectualmente puede declarar que quiere ser feliz, pero su ser está infeliz porque simplemente es una habilidad que debe adquirir. Cuando la mente quiere una cosa y el cuerpo quiere otra, no se responden nuestras plegarias, no podemos cambiar.
La persona que realmente quiere cambiar, si comenzara a volverse consciente y hacer que sus pensamientos inconscientes, sus acciones inconscientes y sus sentimientos inconscientes se vuelvan conscientes, comenzará a controlarlos, y si comienzan a practicar este nuevo ser, de pensar a hacer, ese nuevo estado químico interno que memorizó, ahora será superior a cualquier cosa en su vida externa.
El campo cuántico responde a quién estamos siendo. El campo cuántico organiza los eventos, las experiencias, para que vengan a nosotros y eso es lo bonito, la alegría de estar vivo.
La neuroplasticidad
Tenemos tres cerebros en uno: el pensante, el neocortex; el cerebro emocional, el que hace cosas, y el del ser, el cerebelo. La posibilidad de conexiones de las neuronas en el cerebro humano es mayor que la cantidad de átomos en el universo. Las neuronas son tridimensionales, más o menos 100 mil neuronas caben en un grano de arena. Aprender significa crear nuevas conexiones sinápticas entre ellas.
La neuroplasticidad es la habilidad de cambiar el alambrado sináptico del cerebro. Al aprender información y registrar experiencias y mantener un estado modificado del ser, la plasticidad nos permite evolucionar nuestras acciones o modificar nuestra conducta de modo que podamos hacer mejor las cosas en la vida.
Por el contrario, la que yo llamo “neurorigidez” es el usar nuestras conexiones sinápticas precableadas, es decir, memorias. Sin hacer nuevas conexiones, no se aprende de la experiencia. Rigidez es procesar los mismos pensamientos, realizar las mismas acciones y luego esperar que ocurra algo distinto, y eso, por supuesto, es locura.
La mente es el cerebro en acción, es el cerebro trabajando, un producto de la actividad del cerebro. El lóbulo frontal es la base de nuestra voluntad, de nuestro aprendizaje, de nuestra intención, atención, invención, especulación, toma de decisiones, es como controlamos nuestra conducta, es como nos concentramos. Además es lo que restringe nuestras reacciones emocionales. Es la parte más nueva y más evolucionada del cerebro y del sistema nervioso, y es la parte más neuroplástica de todo el cerebro.
Cuando el lóbulo frontal trabaja correctamente nos permite que un pensamiento sea más real que todo lo demás. Y esto es porque tiene conexiones a todas las partes del cerebro y puede acallar todos los demás circuitos para que nada más se pueda procesar salvo ese pensamiento. Así es como puede modificar nuestra conducta y combinar todas estas redes neuronales dentro de nuestro cerebro para crear una nueva idea.
¿Cómo lo logramos?
El proceso de meditación es hacerse conocido, conocer el ser antiguo para poder controlarlo y luego practicar mentalmente este nuevo ser hasta que se nos haga conocido, familiar. Esta práctica mental básicamente trata de pensar en quién queremos convertirnos, quién queremos ser, es practicar una acción antes de hacerla. Es imaginar ya realizada una nueva habilidad, es reproducir constantemente el mismo nivel de mente a voluntad y debe hacerse todos los días para que se formen estos nuevos circuitos.
Entonces uno va a decir en su mente cómo pensaría una persona con la característica que queremos adquirir, por ejemplo, una persona saludable. ¿Cómo pensaría una persona saludable? ¿Cómo actuaría? Quiero ser y soy saludable. Y a medida que se empieza a enviar esas señales a las neuronas, al principio hay un problema: están todas esas otras neuronas que están disparando al mismo tiempo y dicen “no eres saludable, ándate a dormir, empieza mañana, el doctor dijo que vas a estar enfermo para siempre…”
Podemos insistir y decir una y otra vez nuestro nuevo pensamiento, y cada vez más fuerte. El proceso de hacerlo una y otra vez en forma repetida, con una férrea intención, tarde o temprano se convertirá en una señal más fuerte, sólida, hacia las células. Y una vez que ésta sea la señal más fuerte que llega a la célula, el circuito va a tener que cablearse de manera permanente.
Sólo hay una cantidad de factor de neurocrecimiento en el cerebro y la neurona comienza a robar el factor de neurocrecimiento de las otras conexiones. Y a medida que empieza a cablear permanentemente, comienza a sacar el pegamento de las que están a los costados, y cuando pasa eso se van despegando, se va la memoria del doctor, se va la de la flojera y se va toda esta sensación de no quererse a si mismo. Hay ahora una sola señal a su cuerpo: soy saludable.
Podemos creer en el futuro que no podemos experimentar con nuestros sentidos pero que hemos pensado tanto en nuestras mentes que ya está mapeado en nuestro cerebro. Ahora cuando apliquemos este nuevo paradigma con éxito, nuestro cerebro ya no será un registro del pasado, sino que será un mapa hacia nuestro nuevo futuro. Vivir según esta ley es vivir según la ley cuántica y la ley cuántica dice que nuestro ambiente es una extensión de nuestra mente. Si cambiamos nuestra mente, nuestra vida debería cambiar.
Por Dr. Joe Dispenza en el seminario “El Poder de la Ciencia y Espriritualidad”

"cambiar la mente"

La mente humana tiene una doble potencialidad. En ella habita el bien y el mal, la locura y la cordura, la compasión
y la impiedad. La mente puede crear la más deslumbrante belleza o la más devastadora destrucción, puede ser la causante de los actos más nobles y altruistas o la responsable del egoísmo más infame. La mente puede dignificar o degradar, amar u odiar, alegrarse o deprimirse, salvar o matar, soñar hasta el cansancio o desanimarse hasta el suicidio.
La mente humana no es un dechado de virtudes a la hora de procesar la información. Tal como sostenía Buda, ella es la responsable principal de nuestro sufrimiento. El conflicto es claro: no podemos destruirla ni prescindir de ella radicalmente, pero tampoco podemos aceptar la locura y la irracionalidad sin más. La complejidad de la mente no justifica resignarnos a una vida de insatisfacciones, miedos e inseguridades. ¿Qué hacer entonces? Conseguir que la mente se mire a sí misma, sin tapujos ni autoengaños, para que descubra lo absurdo, lo inútil y/o lo peligroso de su manera de funcionar. Que se sorprenda de su propia estupidez. Para cambiar, la mente debe hacer tres cosas: (a) dejar de mentirse a sí misma (realismo), (b) aprender a perder (humildad) y (c) aprender a discriminar cuándo se justifica actuar y cuándo no (sabiduría). Realismo, humildad y sabiduría, los tres pilares de la revolución psicológica.
Puedes liberarte de las trampas de la mente y crear un nuevo mundo de racionalidad, donde la emoción esté incluida. Un pensamiento razonable y razonado que te lleve a crear un ambiente motivador donde vivas mejor y en paz contigo mismo. No me refiero al Nirvana o al Paraíso terrenal, sino a una vida bien llevada, la buena vida de los antiguos. ¿Es posible cambiar la mente? Mi respuesta es un contundente sí. Podemos revertir el proceso de irracionalidad que comenzó hace cientos o miles de años. Tenemos la capacidad de hacerlo. Basta ver las “mutaciones mentales” que ocurren en un sinnúmero de personas que han logrado sobrevivir a situaciones límites. Tenemos el don de la razón, de la reflexión auto dirigida, de la autoobservación, de pensar sobre lo que pensamos. Somos capaces de darnos cuenta de los errores y desaprender lo que aprendimos.

viernes, 1 de julio de 2011

Viernes 1° De Julio del 2011

Aveces me pongo a pensar, en ciertos sentimientos del pasado y me doy cuenta que cada uno de ellos me ha ayudado a crecer... ¿Es que aún soy pequeña? Quiero disfrutar cada instante, entregarme sin temor al amor verdadero, quiero estar contigo. Si es que aún te espero, es verdad, el amor de verdad jamás será negado, ¿Pero es que tu sientes lo mismo? Espero en Dios que si, porque el amor verdadero siempre será sólo de dos y ahora me parecer que soy solo una. ¿Es que acaso no me amas tanto como yo a ti? 
Quisiera tenerte a mi lado y decirte que te amo. Que te veo en cada imagen que dibuja mi cabeza y en cada latido que regala mi corazón. 
Cada año de mi vida que va pasando me hago más poética y menos razonable, pero ¿Qué mas dá? Si el amor es la sabiduría en los locos y la locura en los sabios. Es increíble que esta vez sea por ti, esta vez mis palabras están llenas de sentimientos gracias a ti, gracias a que te haz cruzado por mi camino. 
Es el punto de la historia mas interesante, justo aquí es donde empiezo a sentir al máximo este sentimiento! 
¿Cómo hacértelo llegar? 

lunes, 27 de junio de 2011

RUEGO A LA MADRE GUADALUPANA.



Mi virgen de Guadalupe, Y al influjo milagroso,
Madrecita mexicana, De tu infinita mirada,
Oye este ruego que nace, Se convertiera esta ofrenda,
De lo mas hondo de mi alma... En una paloma blanca...
Como tu villa en el cerro, ¡Paloma blanca de luz
Está tan alta... Tan alta, Símbolo de paz cristiana,
Queda muy cerca del cielo, Que volara hacia los vientos,
Así, mis pobre palabras, Como un canto de esperanza
Llegarán mas pronto a dios,
En el vuelo de mis ansias.
Fuí por los pueblos del mundo,
Y los hombres solo hablaban, Emilio Massó.
De egoísmos y de guerras,
Destrucciones y amanezas.
Por dondequiera que voy,
Se ha perdido la enseñanza, Enviada, para todas las
Del amor y del perdón, sagradas familias.
De la dulzura y la calma...
Por donde quiera que voy,
Los hermanos no se mana,
Y un torbellino de muerte,
Les florece en las entrañas.
¡Ay, cómo se han olvidado,
De la mensajera blanca,
La de la rama del olivo,
Prendida al pico de grana!
¡Ay, cómo se han olvidado,
Del hijo, madre, y hermana,
Que lloran al ser querido,
muerto bajo la metralla!
Madrecita: Tú si puedes,
Con tu poder y tu gracia,
Derrotar la mala sombra,
De la inconpreción humana.
Haz que otra vez en tus hijos,
La fé perdida renazca,,
Y hagan un mundo mejor,
Sin rencinres ni venganzas.
Te prometo virgencita,
Si escuhas esta plegaria,
Que de rodillas iré,
Hasta llegar a tus plantas,
Apretando entre mis brazos,
Como rosas deshojadas,
Un ramo de mil banderas,
De las naciones hermanas...

PRÁCTICA DE RELAJACIÓN MENTAL UNA MENTE REDONDA LLENA DE LUZ

Podemos realizar una práctica de limpieza para cuando tenemos la mente un tanto cargada de bajos pensamientos y preocupaciones. Cuando hemos tenidos esos días llenos de problemas la mente se va entumeciendo llegando a tener a veces hasta dolores de cabeza y migrañas.
Si observamos nuestra mente en esos momentos de angustia, podemos sentir la pesadez de la mente. En esos momentos podemos sentir que la mente es una habitación cuadrada y sin luz. Mientras más preocupados y deprimidos estamos, esa habitación será cada vez más oscura.
Si quiero salir de ese estado realizaré la siguiente práctica:

Me imagino que en esa habitación existen siete ventanas pero con las persianas bajadas.
Con ayuda de la voluntad me voy acercando a una de las ventanas y comienzo a enrollarla y observo con placidez como comienza a entrar luz a la habitación.
Al entrar la luz puedo observar en el estado en el que se encuentra mi habitación mental (si está muy sucia, manchada, descuidada, desordenada)
A medida que va entrando la luz la habitación se va limpiando comenzando a brillar.
Luego continúo abriendo cada una de las otras ventanas, comienzo a enrollarlas y veo como poco a poco la habitación se va inundando de luz y a medida que esto va sucediendo, nuestra habitación mental cuadrada se va transformando en una habitación redonda, esférica, en donde las ventanas se van haciendo cada vez más grandes hasta que finalmente abarcan toda la habitación iluminando completamente toda la esfera de nuestra mente, convirtiendo a nuestra habitación en una esfera luminosa acristalada llena de luz limpiadora y regeneradora.
A medida que esto va sucediendo la mente se va limpiando de oscuridad (preocupaciones, miedos, bajos sentimientos, bajos pensamientos) recibiendo en cambio una nueva energía de luz positiva, que nos limpia la mente de todo pensamiento negativo quedando solamente la armonía y la serenidad.

Visualización, Meditación. ~

Como dice  la palabra es  visualizar, es  ver una  cosa,    podemos  ver con los  ojos físicos, pero también podemos  ver  con la mente.
En esta oportunidad  la vamos a centrarnos pura y exclusivamente   usarla  para hacer  nuestra conexión  con Dios.
Primero de  todo busquemos  un lugar en el que  estemos seguro  que no tendremos  interferencia, molestias,  ruidos, sería  mejor  si  le pudiéramos  agregar  una fondo musical  bajo y armonioso, por ejemplo el Ave María, u otra  melodía suave.
Buscamos  un asiento cómodo y  nos sentamos  concentrando nuestro  pensamiento en la quietud, podemos  visualizar  un  hermoso lago—espejo que  nos trae  paz espiritual.
Ahora  nos dedicamos a  relajarnos. Esto es muy importante, para ello extendemos  nuestros miembros  inferiores asegurándonos  que no tengan  contracturas. Seguidamente  hacemos  tres  o mas respiraciones  rítmica  y profundas, esto es  inspirar  lentamente, exhalamos  lentamente, podemos agregarle  una  orden  mental al cuerpo ordenando “Relájate, sabe  YO SOY DIOS” fijar la mente  en los  pies,  las piernas, el abdomen, el pecho,  la cabeza,  la cara, en ese  orden, intercalándole  la orden de  “relájate.”.
Esto lleva mas o menos  unos  8 minutos eliminando todo  pensamiento   que interfiera, intentar  e insistir  tomar  contacto  con nuestra Magna Presencia de Dios interno, visualizándolo como un Sol dorado,  enfocando la atención en el corazón.
Manifestar  con palabra  hablada  YO ACEPTO LA PLENITUD DE MI MAGNA  PRESENCIA DE DIOS, EL CRISTO PURO,   sentir el gran brillo de la Luz Divina  intensificada en cada  célula de nuestro  cuerpo durante  unos  10  minutos.
En este  instante estaremos  sintiendo  que  uno está como desprendido de su cuerpo.  Ya hemos conseguido  nuestro contacto  con Dios, y  podemos “conversar”  con El,  agradecerle  la  salud  que tenemos,  decirle  que  le amamos,  que le bendecimos, que  estamos felices  con su Presencia, y si uno tiene  algún pedido que hacerle,  en este momento se hace,  que no es  obligatorio,  se puede hacer  la Meditación sin pedir  nada, solamente  para  tener  contacto  con el Padre, lo que  nos traerá Paz,felicidad, protección,   salud..
Cerrar  diciendo  YO SOY HIJO/A  DE LA LUZ, AMO LA LUZ, YO SOY PROTEJIDO/A,   ILUMINADO/A,  PROVISTO/A,   Y MANTENIDO /A   POR LA LUZ , YO BENDIGO LA LUZ.
lo envió José Rigoni

Nuestra Madre Tierra. ~

Nuestra Madre Tierra representa el amor maternal, es ella quien vela por nosotros y nos acoge con gran amor. Nuestra Madre Tierra nos renueva con su gran energía, dispersa en todos lados, basta con que  nos percatemos de ello para que podamos en conciencia, disfrutar de todos los dones que ella nos ofrece.
En la medida que nosotros estemos en armonía con ella, ella nos protegerá y nos dará información para perfeccionarnos junto con ella, de éste modo, nunca nos atacará.
Tenemos que despertar nuestra conciencia y aceptar que los cuatro elementos de la Tierra están dentro de nosotros, y en la medida en que armonizamos nuestro interior, nos armonizamos con nuestra Madre Tierra.
El siguiente ejercicio nos ayudará a integrarnos con nuestra Madre Tierra, aprovechando su energía y todos sus dones.
Ejercicio
Sentado, respira profundamente, relaja tus músculos, en especial aquellos puntos donde existe tensión.
Ahora fija tu atención en el suelo, siente su apoyo... visualiza como se conecta con la Tierra... Visualiza la energía que conecta la base de tu columna vertebral con el centro de la Tierra. Percibe la luz dorada que desde allí va subiendo y atraviesa toda tu columna hasta salir por la coronilla de la cabeza...
Lleva ahora la atención a la cima de la cabeza, percibe que se abre y penetra una radiante luz blanca que viene de lo Alto... el alimento del Cosmos recorre todo el cuerpo... impregnándolo... llenándolo de esa luz que limpia y renueva toda tu energía... concentra tu atención en esta luz y ve como sale por los dedos de tus manos... las plantas de tus pies... y la base de tu columna vertebral... observa como se lleva todos tus males, trasladándolos al centro de la Tierra... al llegar ahí son transformados en una nueva luz dorada que regresa a ti con la energía nueva, renovada... Cuando finalices el ejercicio, incorpórate nuevamente con suavidad, disfruta de este momento de paz y tranquilidad.

RESPIRA HONDO...
Respira hondo. Pasea un poco por la naturaleza. Observa los animalitos, el prado, el cielo y su color natural. Siente con tus manos una roca o un árbol. Deja que tus pies descalzos toquen el prado.
No te olvides de mirar hacia delante. En el horizonte, está tu próximo día. Está tu futuro. Limpia la mente de esta manera y sentirá el ser experimentar la más profunda calma interior. Una calma que valdrá la pena el tiempo "gastado" para logrársela.